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07 agosto, 2007

Estos fueron los días sobre la tierra

poesia1.jpg
Estos fueron los días sobre la tierra
nuestros días
cuando eramos tan pequeños
como sombras de sueños
es cierto que vivíamos al borde de las cosas
sin jamás descurbirlas
y que las tardes se arracimaban dulces
en el umbral de la casa?
y que había fechas para reír para llorar
y yo no estaba nunca
porque siempre era tarde
porque siempre era ayer.

30 julio, 2007

Incertidumbre


Y no sabré nunca
de los silencios que cubren tu otra vida,
Qué piensas
cuando recuperas las miradas
cuando tu voz pierde
la prohibida caricia
ni ese otro rostro que no quiero saber
pero que encuentro
cada vez que no estás
y no te nombro

22 julio, 2007

Me duelen tu heridas



Me duelen las heridas de todos los heridos.
Heridos de soledad, de desegaño,
de desvelos dolidos, de ansias incumplidas.
Me duelen tus heridas y las mías, amigo,
y apenas puedo ir curando mis llagas,
apenas puedo, llegar a tu alta gracia y sigo
inadvertidamente muda a tu costado.
Me duele tu dolor y este cuenco vacío de mis manos
hay tanto desolado desconsuelo en ambos,
sin embargo, extiendo mi pequeña porción de tragos dulces
mi oculto desamor abanicándose,
este río de fe aún me castiga con su furia de credos.
Tengo tanto de ti
el riego semirrojo del recuerdo que a veces
solía escalar los picos del dios Eros
y en otras ocasiones
ennieblar los ocasos de mis horas.
Aquí me estoy
sin trenes ni estaciones,sin hamacas, ni arcones de misterios,
sin la migaja simple de una retina húmeda.
Me duelen tus heridas y las mías, amigo.
Nada más-eso es todo-
y es tanto, tanto!

18 julio, 2007

Desencuentros

desencuentros.jpg
Entre papeles te espero,
entre mis papeles te busco,
y te pierdo y te llamo.
Te llamo con el aliento del alma
te grito, entre las voces del silencio
en ese eterno instante, que es tu vida
de esta noche azul que es mi tiempo.
Entre papeles te espero,
entre mis papeles te busco,
cautivo en el recuerdo de los efímero
solo te encuentro.

18 junio, 2007

Poema LXX y Poema XXX


De Dulce María Loynaz es este hermoso poema, Escritos en 1953 bajo el título Poemas sin nombre.. espero les guste.

Poema LXX

Estas son mis alegrías: las he contado, y creo que no falta ninguna. Llévalas todas a cantar en tus noches, o a perderse en tus mares, o a morir en tus labios.
Estas son mis tristezas. Contarlas no he podido, pero sé que me siguen fielmente. Llévalas todas a abonar tu tierra, a ser la levadura de tu pan, la leña de tu lumbre.
Ésta soy yo: fundida con mi sombra, entera y sin rezagos.
Llévame a tu corazón, que peso poco y no tengo otra almohada ni otro sueño.

Poema XXX
Soledad, soledad siempre soñada... Te amo tanto, que temo a veces que Dios me castigue algún día llenándome la vida de ti....

12 junio, 2007

La oración de la Rosa

Ya han pasado muchos años desde que leí este hermoso poema. Una amiga del trabajo, sin querer me pasó su pasión por esta poetiza casi olvidada para algunos y muy presente para otros en mi natal Cuba. Resurgió en el interés Nacional cuando le dieron el premio Cervantes, aunque en realidad nunca estuvo en las sombras pues había un circulo no muy pequeño que seguía cada paso de su filosa y dulce letra.
Mi umbral del romanticismo se ceñía a unas cuantas canciones melosas y una que otra frase extraída de algún libro bueno. Con Ella cambió todo. Me obsesioné con leerla,saber de su vida y terminé siendo una apegado fan a su poesía desgarradora y profunda.
Se llama Dulce María Loynaz y del Castillo y este fue uno de los poemas que me introdujo de pleno en su mundo.
LA ORACIÓN DE LA ROSA

Padre nuestro que estás en la tierra; en la fuerte
y hermosa tierra;
en la tierra buena;

Santificado sea el nombre tuyo
que nadie sabe; que en ninguna forma
se atrevió a pronunciar este silencio
pequeño y delicado..., este
silencio que en el mundo
somos nosotras,
las rosas...

Venga también a nos, las pequeñitas
y dulces flores de la tierra,
el tu Reino prometido...,

Hágase en nos tu voluntad, aunque ella
sea que nuestra vida sólo dure
lo que dura una tarde...

El sol nuestro de cada día, dánoslo
para el único día nuestro...

Perdona nuestras deudas
-la de la espina,
la del perfume cada vez mas débil,
la de la miel que no alcanzó
para la sed de dos abejas...-,
así como nosotras perdonamos
a nuestros deudores los hombres,
que nos cortan, nos venden y nos llevan
a sus mentiras fúnebres,
a sus torpes o insulsas fiestas...

No nos dejes caer
nunca en la tentación de desear
la palabra vacía - ¡el cascabel
de las palabras!...-,
ni el moverse de pies
apresurados,
ni el corazón oscuro de
los animales que se pudre...
Mas líbranos de todo mal.
Amen.

Sólo a un ser increíble se le ocurría transformar un Padre Nuestro en una plegaria a las Rosas!!!